Por Juan Tomás Valenzuela
A Yomaira, A Danilo,
a Gonzalo y a Iris Guaba,
por estar hablando baba,
los llevan al aniquilo.
Es notorio lo intranquilo
que se siente el presidente,
porque a él mismo y a su gente
les tienen en agua puesta,
como se ve en la encuestas
y en las trifulcas recientes.
El bochorno vergonzoso
con los electrodomésticos,
la pose del antiséptico
vocero de este azaroso.
El discurso pimientoso
de Yomaira, en la tarima,
y con el cual ella anima
a los pobres e infelices,
a aferrarse a la raíces
del que menos los estima.
Idustrializar miseria
para beneficio propio,
es desleal, es impropio
y es de gente poco seria.
Mientras Danilo, anda en feria,
donando electroaparatos,
su hermana llamando ingratos
a quienes le niegan el voto,
Delis, se rasca el escroto,
viendo el fin de este mandato.
Hasta el mismo Pared Pérez
confesó a ser consultado,
que es un paso muy errado
estar regalando enseres,
a las más pobres mujeres
pa’diligenciarse el voto.
Diciéndoles que es la Loto
lo que se sacan, si el Penco,
gana el proceso mostrenco
que preside un juez devoto.
A Gonzalo, en Puerto Plata,
hasta le cayén a tiros,
aunque de esto, Fredermido,
aún no escribe su cantata.
A son de romo y bachata
un grupo puertoplateño,
miró a Penco con desdeño
cuando iba en la caravana,
y se avalanzán con ganas
contra este delfín risueño.
Dicen que hasta faltó poco
para que pierda la vida
con la violenta embestida
que se dió en el zaperoco.
¡Juye Penco, ahí viene el coco!
le voceó Musa, al delfín,
quien agarró en un patín
la calle Restauración,
pensando en su situación
y del otro malandrín.
Juan de los Palotes
10 febrero 2020